sabato 31 maggio 2014

EL PROCOMUN EN AGRIGENTO


Si lo puedes soñar lo puedes realizar. Es por eso que tenemos que tener un sueño en la vida, siempre tener pasión por lo que hacemos. Mi sueño es trabajar en los centros históricos abandonados, renovarlos, revitalizarlos, hecerlos renacer y  es esto el proposito de mi estudio. 
Aunque en la actualidad los centros históricos han sido revaluado ampliamente y muchos proyectos para su regeneración se estàn ejecutando, para muchas ciudades todavía sigue siendo muy difícil resolver el problema de su abandono y decadencia. Intenté, por lo tanto, encontrar un método alternativo a lo de los planes urbanísticos, tratando de resolver el problema del centro histórico de Agrigento, con una nueva estrategia, usando el concepto del “procomún”. Por procomún se entiende aquellos bienes, recursos, procesos o cosas cuyo beneficio, posesión o derechos de explotación pertenecen a un grupo o a una comunidad determinada de  personas. En esto caso el grupo en cuestión son todos los ciudadanos de Agrigento.

Centro histórico de Agrigento

El centro histórico de Agrigento tiene su propia identidad y es rico de arquitectura histórica. Hay también presencia de construcciónes ilegales nacidos en los años 60, luego el deslizamiento de tierra que arrasó la ciudad. Los edificios históricos se encuentran ahora en un decaimiento continuo, porque no son restaurados desde los privados y tampoco desde la administración pública. Después de el deslizamiento de tierra todos los ciudadanos abandonaron la ciudad vieja y nadie se ocurrió para protegerla. Hoy lo que prevalece son las construcciónes ilegales y la degradación que conduciràn a la muerte de este tesoro cultural. La sensación que se tiene cuando se va al centro historico de Agrigento es la de estar en un desierto, formado por calles estrechas, donde sopla el viento y se lleva con el la arena de las casas destruidas. Un desierto sin agua, sin vida. Todo parece estático, inmóvil, muerto. Pero en realidad todo está en constante movimiento, un movimiento lento que trae muchos problemas.
El centro histórico de Agrigento es el “corazón de la ciudad”, la parte más importante; el lugar donde reside la cultura, arte y arquitectura de la ciudad. Es inconcebible pensar en Agriegnto sin su casco antiguo. Ello representa las raíces de su sociedad, que comenzó su vida en el centro histórico. Pero pocos ciudadanos entienden el enorme potencial de el centro histórico de su ciudad y muchas personas (como los politicos) no quieren entenderlo.  Por esta razón, no hay innovación y gran avance en este campo. De hecho, es la mentalidad de la gente que necesita ser cambiada, su forma de ver las cosas. Es por eso que quiero “activar” la sociedad, crear una comunidad comprometida a inventar, pensar y proponer cosas nuevas; una comunidad que “vive” la suya ciudad.
En mi estudio, por tanto, un concepto fundamental es el de la comunidad y la ciudadanía. Dos personas hablaron de estos temas,  Patrick Geddes en el comienzo de los años 900 y Henry Lefebvre al final de los años 900. Ellos dan una contribución sustancial a los problemas que aún no se ha resuelto. Por los dos, sobre todo Lefebvre, una palabra clave es la idea de ciudadanía, puesta en relación con el espacio local, el espacio vital. Un aspecto fascinante de Geddes es su punto de vista evolutivo, según el cual la clave de cada proceso social es participar conscientemente en la “creación evolutiva de la ciudad”.  El problema, dice Geddes, es que muchas personas no conocen su ciudad. El arquitecto debe dar a la comunidad la oportunidad de descubrir la ciudad, de adquirir el conocimiento y ponerlo a prueba, desarrollando estrategias y proyectos. Geddes dice: “El conocimiento de las zonas es la reconstrucción de la memoria y la construcción de la identidad, y la formación de una conciencia política, el sentido de pertenencia, en una palabra, de la ciudadanía”.  Para Geddes, la ciudad es un actor e instrumento de su teoría evolutiva del desarrollo, por Lefebvre es un actor y un instrumento de la revolución cultural y social. Para los dos el recurso decisivo para el cambio es la cultura. La idea de la ciudadanía es para los dos una cuestión clave para la consecución de sus objetivos. Los escritos de Lefebvre siempre tienen un fin social : “la construcción de una nueva sociedad a través de la construcción de una nueva ciudad”. Él ve la ciudad como un proceso colectivo desarrollado con el tiempo , por el no es un producto, sino una obra de “arte”. La ciudad es como el lenguaje que recibimos, preservamos, y modificamos en el tiempo. La ciudad también es similar a un teatro, proyección de la sociedad en el espacio y en la tierra, un reflejo de sus valores culturales, sus instituciones, su ética , su base económica y las relaciones sociales. Al mismo tiempo es la escena en la que los grupos sociales y los individuos se unen y desarrollan conflictos y decisiones. Los problemas enfrentados por los dos autores están parcialmente transformados, pero sus conceptos siguen siendo interesante y útil para entender “si” y “que” nosotros estamos tratando de hacer hoy.
Siendo mi proyecto centrado en la sociedad, una de las primeras cosas que hice fueron las entrevistas a los ciudadanos de Agrigento, preguntando qué pensaban de su ciudad y de su casco antiguo, cuáles son los acuciantes problemas y que se puede hacer  al respecto. A partir de estas entrevistas, entendí que los ciudadanos de Agrigento no conocen bien el centro histórico de su ciudad, ya que no lo viven, entonces no lo aprecian. Ellos piensan que hoy el centro histórico no ofrece nada a las personas, tanto en términos de servicios que en oportunidades para las relaciones sociales. Entendí tambien que la sociedad de hoy està cansada de escuchar las charlas habituales de la vida política, las hipòtesis poco concluyentes y ver los planes habituales para un centro histórico que nunca se van a realizar. El verdadero problema es que nadie realmente cree que en el futuro el centro historico de la ciudad podría renacer y volver a vivir el esplendor del pasado. Para los ciudadanos, lo que hoy realmente necesita el casco antiguo, no son discusiones teatrales o argumentos demagogos de los políticos, que sólo buscan especular sobre los problemas de la ciudad. El centro histórico necesita reflejos que pueden dar lugar a “acciones”, “iniciativas” y “actividades” que realmente pueden mover los corazones de la gente y el corazón de la ciudad. Por tanto, debemos actuar, movernos, sin hablar en vano. Es necesario que todos los ciudadanos son activos, determinados, que adoptan nuevas iniciativas y dan sus opiniones, dando todo su amor por la ciudad. 
El mi propósito principal es llevar la gente en el casco antiguo de Agrigento, repoblando así las calles, plazas y monumentos ahora abandonados, usando el concepto del “procomún”. Este concepto lleva consigo la necesidad de cuidar de las cosas comunes, para protegerlas a la codicia de la especulación, para participar en primera persona. Las personas expresan su deseo de participar ocupando un espacio físico con sus cuerpos. Sólo con el encontro y intercambio de ideas e información, se puede crear el senso del adjetivo “común”. Los seres humanos siempre, cuando quieren encontrarse o reunirse, utilizan el espacio como un medio. Por esta razón, he pensado que en el centro histórico de Agrigento sería útil crear  espacios donde las personas puedan reunirse, intercambiar ideas, ayudarse, discutir, exponer sus trabajos, estudiar, descansar y disfrutar. Principalmente he trabajado sobre los jóvenes, sobre su deseo de hacer, de trabajar y sobre sus nuevas ideas.


Flujo de gente en el centro histórico

Por todo el centro histórico de Agrigento se encuentran lugares donde las casas antiguas son colapsadas, y aquì he colocado estos lugares de encontro, que son 5 en todalidad. Estos cinco lugares son todos repartidos por el centro histórico de la ciudad, de tal manera que la gente puede “ vivir “ el centro histórico y empiezar a conocerlo.  Así se crea un “virus” formado por personas, que se extiende en toda la ciudad, lo que hace renacer y hacer despertar las mentes de los ciudadanos. Cuando las calles del centro histórico de la ciudad se llenarán de gente, comienzaràn a reabrir las tiendas, bares, restaurantes y diversos servicios, y esto facilitará el regreso de los ciudadanos en sus antiguos hogares. Los cinco lugares tienen una característica fundamental: el espacio interior se extiende en el espacio exterior, en las plazas y calles de la ciudad. Esto se asegura de que todo el centro histórico es “invadido” por los espacios de encontro.  La gente, encontrandose y “vivendo” con toda la comunidad, va a discutir y confrontarse con diferentes estratos sociales y diferentes formas de pensar. Así se va a crear una grande “familia”, donde la gente puede compartir sus ideas, sus opiniones con toda la comunidad y pueden enriquecer su cultura. Todos los ciudadanos tienen la oportunidad de darse a conocer, para que los demás conozcan sus ideas, su trabajo, sus capacidades y al mismo tiempo tienen la oportunidad de aprender sobre las de los demás, enriqueciendo sus conocimientos.

Planimetría centro histórico de Agrigento

El centro histórico, al ser abandonado y olvidado por los ciudadanos, es ajeno a ellos, por eso he adoptado un “código” que los guiará en los diferentes lugares y al mismo tiempo, le hará descubrir las maravillas que se encuentran dentro el casco antiguo. Este código, que es formado por una línea dibujada en el suelo,  no recorre el centro histórico a través de las calles más cortas, que traen la gente en los lugares de encontro en poco tiempo. Por el contrario, el código pasa a través de las sinuosas y pequeñas calles que son más distantes de estos lugares, por lo que la gente puede vivir todo el centro histórico y conocerlo en profundidad. Cuando las personas comienzan a no seguir el código y toman las calles más breves, lograrà un objetivo del proyecto: la gente conocerà muy bien su centro histórico.

Planta espacio 1: encuentro, confrontación, comida compartida

Vista espacio 1

En el primero lugar hay la oportunidad para que la comunidad de Agrigento se encontra y se reunen. Aquí los jóvenes y adultos pueden intercambiar ideas, hablar sobre sus experiencias o simplemente hablar de sus pasiones o temas que tienen en común. Es esto un espacio  donde hay comparación de ideas entre adultos entre jóvenes y entre adultos y jóvenes.  Para facilitar el encuentro, en este lugar, la gente puede comer juntas, puede tomar una taza de té o café, hablando con el resto de la comunidad.

Planta espacio 2: discusión problemas, ayuda entre vecinos
¿ dónde está la gente? ¿ dónde están nuestros vecinos?

Vista espacio 2 (interno iglesia)

El segundo lugar es centrado en la ayuda de los vecinos y en la discusión de los problemas de la ciudad vieja.  La iglesia, que es un lugar de oración, aquí es tambien un lugar de reunión donde la gente pueda reunirse y discutir diversos temas de interés para todos los ciudadanos o un grupo de ellos. En la plaza delante de la iglesia hay tableros de mensajes donde la gente puede comunicar a sus conciudadanos los temas que quieren tratar con las diversas reuniones de la ciudad. En la calle al lado de la iglesia hay otros tableros de mensajes que sirven a la gente para comunicar a los ciudadanos sus problemas y recibir de ellos cualquier ayuda. De esta manera se facilita la comunicación, el conocimiento y el apoyo entre los ciudadanos y la construcción de una relación de confianza.

Planta espacio 3: laboratorio, mercados, bricolaje, usado

Vista espacio 3

En el tercero lugar se da la oportunidad, sobra de todo a los jóvenes, de vender artefactos hechos por ellos mismos o artículos usados. Estos espacios son hechos por la gente para la gente.

Planta espacio 4: intercambio intelectual, información libre

Vista espacio 4

En el cuarto espacio se encuentra una biblioteca y una plaza con tableros  donde, los jóvenes en particular, pueden estudiar, intercambiar libros usados​​, exhibir sus trabajos, proyectos y sus ideas. Es entonces un espacio de intercambio de información y de información libre.

Planta espacio 5: tiempo libre

Vista espacio 5

El quinto espacio es dedicado al ocio y al descanso. Aquí, los chicos encuentran un lugar para reunirse, relajarse, charlar o jugar. Esto es un lugar donde se pueden organizar conciertos, donde varios músicos jóvenes pueden realizarse libremente, donde se pueden proyectar películas al aire libre, organizar diversos eventos o manifestaciones.
Entonces, en el centro histórico, la gente no solo comparten un espacio productivo, tambien cultivan un nuevo espíritu colectivo, promoviendo actividades culturales, económicas y sociales. Se trata de lugares  capaz de crear oportunidades para el crecimiento cultural y económico,  ponendo en juego los conocimientos y  talentos locales, ofreciéndoles una ventana abierta al mundo.El casco antiguo, entonces, se convierte en un lugar que fomenta la comunicación y los intercambios entre los ciudadanos, con el objetivo de crear procesos de auto-organización. El motor  y el alma de la ciudad vuelve a ser su ciudadanía.

Simbolos de los espacios: confrontación, ayuda entre vecinos, bricolaje, intercambio intelectual,  tiempo libre

Mi investigation, por lo tanto, quiere ser un ejemplo para todos aquellos cuyo objetivo es la recuperación del centro histórico de una ciudad, poniendo como objeto de su proyecto los ciudadanos.
Hoy lo que necesitan los centros históricos, son lugares creados para que la gente vive en ellos, para mejorar la vida de la gente, para aumentar su pasión y su deseo de hacer. Lugares donde los ciudadanos tienen la oportunidad de ayudarse mutuamente, un punto que en Italia nunca se toma en consideración, si no de la iglesia. Tenemos que pensar centros históricos que tienen que favorecer  una cultura colaborativa; capaces de incluir la ciudadania en la gestión directa de espacios y actividades públicas; que promueven el intercambio y la transferencia de conocimiento; donde los ciudadanos pueden generar procesos de inteligencia colectiva; donde nos gusta vivir juntos a nuestro vesinos, donde los conflítos y los problemas de la convivencia emergen y se reselvuen, apoyandonos en el sentido común de la comunidad. Por tanto, debemos crear espacios de encuentro, comparación y discusión, donde los jóvenes pueden aprender de aquellos que tienen más experiencia que ellos y los adultos de los que tienen la mente más abierta a la innovación. Por eso fin, también, se deben utilizar los monumentos históricos, que continuarán a vivir solo si el pueblo los viven. El monumento, que en Italia se “preserva”, por lo tanto, también debe ser “utilizado” por “todos” los ciudadanos en la misma medida.


Calogero Daniele Lentini

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